Jonathan Prendas Rodríguez
Periodista
La voz de Dios ha impactado al pueblo de la Comunidad Apostólica Internacional Pasión por las Almas luego de tres semanas completas de ayuno y oración congregacional.
Fue por medio de William Magaña Vargas, Apóstol de la casa, que el Señor mandó a que se desarrollara este tiempo de intimidad con Él todos los días desde las 5 de la mañana en el propio templo de Pasión por las Almas.
Ahí los pastores y cerca de 200 personas más han atendido al llamado y han clamado por el favor de Dios, así como por una nueva unción especial dirigida a la multiplicación de dones y talentos para ganar a los perdidos para Cristo.
Al mismo tiempo, los llamados para recibir a Cristo en el corazón han tenido un resultado incomparable, pues ya son tres los fines de semanas que, sin cesar, se realiza el bautismo a decenas de personas por sábado.
“Nuestra labor es de llevar las buenas nuevas a todo aquel que no conozca del Señor, pero esta labor no la podemos hacer sino estamos fortalecidos en la fe, la oración y la intimidad con DIOS”, señaló el Apóstol Magaña.
Esta es la última semana de ayuno, donde sin duda, al final de ella podremos decir que la Gloria postrera fue mejor que la primera.
Periodista
La voz de Dios ha impactado al pueblo de la Comunidad Apostólica Internacional Pasión por las Almas luego de tres semanas completas de ayuno y oración congregacional.
Fue por medio de William Magaña Vargas, Apóstol de la casa, que el Señor mandó a que se desarrollara este tiempo de intimidad con Él todos los días desde las 5 de la mañana en el propio templo de Pasión por las Almas.
Ahí los pastores y cerca de 200 personas más han atendido al llamado y han clamado por el favor de Dios, así como por una nueva unción especial dirigida a la multiplicación de dones y talentos para ganar a los perdidos para Cristo.
Al mismo tiempo, los llamados para recibir a Cristo en el corazón han tenido un resultado incomparable, pues ya son tres los fines de semanas que, sin cesar, se realiza el bautismo a decenas de personas por sábado.
“Nuestra labor es de llevar las buenas nuevas a todo aquel que no conozca del Señor, pero esta labor no la podemos hacer sino estamos fortalecidos en la fe, la oración y la intimidad con DIOS”, señaló el Apóstol Magaña.
Esta es la última semana de ayuno, donde sin duda, al final de ella podremos decir que la Gloria postrera fue mejor que la primera.
